martes, agosto 23, 2011

Inmortal Afrodita. Safo/Odysseas Elytis


Αθάνατη Αφροδίτη του Διός κόρη,
όλο παγίδες στήνεις της αγάπης.
Δέσποινα παρακαλώ,
μη να χαρείς, μη ρίχνεις άλλο βάρος
από καημούς και πίκρες στην ψυχή μου.

Δέσποινα παρακαλώ,
μη να χαρείς.

Τι να ’ναι πάλι τι
εκείνο που ποθεί η τρελή καρδιά μου.
Ποια να ’ναι πάλι αυτή
που την Πειθώ ικετεύεις να σου φέρει πίσω.
Ποια να πονέσεις σ’ έκανε Σαπφώ;
Ποια να ’ναι πάλι αυτή
που την Πειθώ ικετεύεις να σου φέρει πίσω.

Έλα λοιπόν ακόμα μια φορά
να με λυτρώσεις απ’ τα βάσανά μου.

Safo. Andrea Gastaldi. 1872


Inmortal Afrodita, hija de Zeus,
continuamente tiendes las trampas del amor.
Te ruego, señora,
no por favor, no arrojes más carga
de penas y amarguras en mi alma.

Te ruego, señora,
no por favor.

¿Qué será otra vez, qué,
aquello que desea mi loco corazón?
¿Quién será otra vez ella, quién,
que imploras a Persuasión que te la devuelva?
¿Quién es la que ha hecho que sientas dolor, Safo?
¿Quién será otra vez ella, quién,
que imploras a Persuasión que te la devuelva?

Ven entonces todavía una vez más
para liberarme de mis tormentos.

Oda a Afrodita, de Safo
versión de Odysseas Elytis
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI

Las cenizas de César



Foto: Carlos Lunghi Jr. en www.egipto.com

En la muestra dedicada a Julio César en El Claustro del Bramante en Roma, en 2009, se expuso un objeto singular: la esfera de bronce que, según la tradición medieval, contenía las cenizas de César y que remataba el obelisco del Vaticano.

Existen dudas sobre el gobernante egipcio que mandó construirlo. Fue trasladado y erigido en Alejandría en el Foro Julio por órdenes de Augusto. Calígula mandó que fuera llevado a Roma para servir como spina del Circo Vaticano. Ahí se mantuvo para gloria de Calígula, Nerón, Augusto y Tiberio. La esfera de bronce con que fue rematada se convirtió en la imaginación popular en el contenedor de las cenizas de Julio César. Quienes pasaban por la base del obelisco lo reverenciaban como cosa santa y se inclinaban ante aquello muy grande que custodiaban las alturas. En 1586, el papa Sixto V mandó fuera trasladado frente a la Basílica de San Pedro y que la esfera de bronce fuera sustituida por una cruz.

Se dice que la esfera fue abierta por el arquitecto renacentista Domenico Fontana y que estaba vacía. Los Museos Capitolinos la custodian.


Obelisco del Vaticano y esfera de bronce. Fotos: John Osborne. Del libro "Julius Caesar in western culture".

domingo, agosto 21, 2011

III Congreso Internacional de Estudios Clásicos


"La Universidad Nacional Autónoma de México a través del Centro de Estudios Clásicos del Instituto de Investigaciones Filológicas, con la colaboración del Colegio de Letras Clásicas de la Facultad de Filosofía, que son los recintos de investigación y docencia en torno a las culturas griega y latina y a su tradición en nuestro país, organizan el III Congreso Internacional de Estudios Clásicos en México, con el tema central “La tradición clásica en Occidente”.

Este Congreso tiene como propósito explorar el legado cultural de Grecia y Roma en el mundo occidental, así como los cambios que propició su contacto con otras realidades, y significa una oportunidad para fortalecer los estudios humanísticos especialmente, en virtud de que los estudios clásicos son su fundamento. Con base en estos objetivos, nuestra institución procura congregar a connotados académicos tanto de la propia UNAM como de diversas universidades del mundo, para abrir espacio al diálogo especializado en torno los temas relacionados con disciplinas desarrolladas a partir de la importante herencia del mundo clásico antiguo y de su tradición secular: Filología, Literatura, Lingüística, Filosofía, Historia e Historiografía, Arte, Mito, Religión, Política, Retórica, Derecho y Ciencias Naturales".

Programa completo

sábado, agosto 20, 2011

Lugete, o Veneres Cupidinesque, Catulo


Lugete, o Veneres Cupidinesque,
Et quantum est hominum venustiorum.
Passer mortuus est meae puellae,
Passer, deliciae meae puellae,
Quem plus illa oculis suis amabat:
Nam mellitus erat suamque norat
Ipsam tam bene quam puella matrem
Nec sese a gremio illius movebat,
Sed circumsiliens modo huc modo illuc
Ad solam dominam usque pipiabat.
Qui nunc it per iter tenebricosum
Illuc, unde negant redire quemquam.
At vobis male sit, malae tenebrae
Orci, quae omnia bella devoratis:
Tam bellum mihi passerem abstulistis.
O factum male! o miselle passer!
Tua nunc opera meae puellae
Flendo turgidoli rubent ocelli.

Vivamus, mea Lesbia


Viuamus, mea Lesbia, atque amemus,
rumoresque senum seueriorum
omnes unius aestimemus assis.
Soles occidere et redire possunt:
nobis, cum semel occidit breuis lux,
nox est perpetua una dormienda.
Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
Dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut nequis malus inuidere possit,
cum tantum sciat esse basiorum.

Vivamos, Lesbia mía, y amemos,
y de los más serios viejos las voces
en el valor de un as tengamos todas.
Pueden morir y regresar los soles;
muerta una vez la breve luz, nosotros
dormir debemos una noche eterna.
Dame mil besos, y después un ciento;
luego otros mil, luego segundos ciento;
luego otros mil seguidos, después ciento.
Luego, cuando hecho habremos muchos miles,
los turbaremos, porque no sepamos,
o no pueda aojar algún malvado
cuando sepa qué tanto había de besos.

Traducción de Ruben Bonifaz Nuño
Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana


Voz
María García Esperón
Música
L. Einaudi
MMXI

El anillo de César